Herramientas que mapean la represión de la protesta se extienden por todo el mundo

Herramientas que mapean la represión de la protesta se extienden por todo el mundo

Vivimos una regresión de derechos civiles y políticos y un aumento del uso excesivo de la fuerza en manifestaciones y protestas por parte de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. No es un hecho aislado, es un suceso que se replica en todo el mundo y que se extiende de manera alarmante. Frente a esta situación surgen estrategias desde la sociedad civil  que sirven para observar, monitorear y sistematizar vulneraciones de derechos. Estas herramientas, cada vez más utilizadas, profundizan en la idea de un trabajo en red en el que todas somos defensoras de derechos.

Esta semana, CIVICUS -una alianza global de organizaciones de la sociedad civil y activistas-, publica People Power Under Attack 2018,  un informe basado a en datos del Civicus Monitor,  una herramienta de investigación cuyo objetivo es compartir datos confiables y actualizados sobre el estado de las libertades de la sociedad civil en todos los países del mundo de manera interactiva.

Power Under Attack 2018 ofrece un análisis sobre los tipos de violaciones más frecuentes registradas en el  Civicus Monitor durante los últimos dos años. A nivel mundial, los ataques contra periodistas y la censura representan los dos tipos de violaciones más comunes, lo que indica que los que tienen el poder están haciendo todo lo posible por controlar el discurso colectivo y reprimir la libertad de expresión. El hostigamiento de activistas y el uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones son el tercero y cuarto tipo de violación más común registrada en el Civicus Monitor desde octubre de 2016.

El informe pone de manifiesto que la sociedad civil es objeto de graves ataques en 111 de los 196 países analizados, es decir, casi seis de cada diez países de todo el mundo. Esta cifra es superior a la de su última actualización de marzo de 2018 en la cual se contabilizaban 109 países. En la práctica, esto significa que la represión del activismo cívico pacífico sigue teniendo nefastas consecuencias para la sociedad civil en todas partes del mundo, ya que sólo el 4 % de la población mundial vive en países donde los gobiernos respetan debidamente las libertades de asociación, reunión pacífica y expresión.

Según el informe, seis de cada diez países están restringiendo gravemente las libertades fundamentales de asociación, reunión pacífica y expresión de las personas. Esta proporción refleja la crisis continua a la que se enfrentan las organizaciones de la sociedad civil y los activistas de todo el mundo y, además, pone en relieve el hecho de que el espacio para el activismo cívico se ve con frecuencia socavado a través de la censura, los ataques contra periodistas y el acoso a defensores y defensoras de los derechos humanos.

En este sentido, desde Defender a Quien Defiende estamos implementando el uso de la herramienta Malla, una red de denuncia, apoyo y acompañamiento que actúa como registro de casos de represión en contextos de protesta. Un espacio digital creado por organizaciones de derechos humanos y movimientos sociales anti-represivos para mejorar la defensa del derecho a la protesta. Desde su lanzamiento, en junio del 2016, se han sistematizado cientos de vulneraciones de derechos civiles y políticos gracias a los nodos, que se distribuyen por todo el Estado español. Los resultados del análisis del último año lo plasmaremos en un breve informe que se publicará en enero de 2019.

Finalmente, como ya nos comentó en un encuentro que mantuvimos el año pasado Verónica Vidal, representante de la IM-Defensoras y responsable del registro de violencias:

«Un registro de incidentes es, al final, dejar por escrito la historia de las defensoras y actuar en la eliminación de la judicialización y criminalización de su existencia»