La Red de Observación de Granada denuncia graves vulneraciones de derechos por parte de la Policía Nacional durante la actuación ilegal, sin orden judicial, de AMA Desokupa

La Red de Observación de Vulneraciones en Contexto de Protesta de Granada, perteneciente a la plataforma Defender a quien Defiende, denuncia decenas de vulneraciones antes, durante y después del intento de desalojo coordinado entre agentes de la Policía Nacional y la empresa AMA Desokupa. 

Los hechos se remontan a la mañana del pasado lunes 20 de enero cuando más de una decena de presuntos trabajadores de la empresa AMA Desokupa se presentaron en la calle Azacayas de Granada con la intención de desalojar el Centro Social Okupado (CSO) La Madriguera. Bajo ninguna circunstancia individuos o empresas privadas están autorizadas a sacar por la fuerza a personas de su casa. El uso de la fuerza y violencia contra personas en su domicilio es contraria a la ley, pudiendo constituir delito de allanamiento de morada, de lesiones, de daños, amenazas o coacciones. 

Por la información a la que se ha podido acceder —tanto por la prensa como por activistas de La Madriguera—, no existía orden judicial. Aun así, la Red recuerda que, en caso de que hubiera orden judicial, bajo ningún precepto sería AMA Desokupa la encargada de efectuar el desahucio.  

A través del análisis riguroso de vídeos proporcionados por testimonios anónimos y publicados en prensa, la Red de Observadoras denuncia la gravedad de la colaboración explícita entre el cuerpo de la Policía Nacional y la empresa AMA Desokupa durante el intento de desalojo. Los agentes que realizaron el operativo encubrieron la actuación ilegal de la presunta empresa, cargando contra las personas que se encontraban delante del CSO. Además, la Red pone de manifiesto la desproporción que caracterizó la actuación policial de los agentes de la Policía. 

En las imágenes compartidas en medios de comunicación se observa como al menos un supuesto trabajador de AMA Desokupa participa activamente en la detención de un activista. En un primer momento, el presunto trabajador, que viste con un uniforme diferente a los agentes de policía, utiliza un cartón que cubre tanto a la persona inmovilizada en el suelo como a los agentes de la Policía Nacional. Este cartón impide la observación de la actuación policial, ocultando a los dos agentes que intentan reducir al activista.  

En un segundo momento, el mismo trabajador se deshace del cartón para ayudar a ambos policías a efectuar la detención. En un vídeo publicado por El Salto, se puede ver cómo el presunto trabajador, además de sujetar al activista, lo golpea en al menos dos ocasiones. Es en ese momento cuando se puede ver a un segundo trabajador de AMA Desokupa acercarse al lugar de la detención para cubrir, con el mismo cartón, la actuación policial. 

Es especialmente preocupante que ante una situación así, en que un grupo de personas de forma organizada van a cometer delitos tan graves, los agentes de Policía Nacional no procedan según su mandato de proteger a las víctimas y evitar acciones delictivas que se producen delante de ellos mismos. Por lo contrario, las imágenes constatan que la policía encubrió su actuación y evidencian una clara coordinación entre ambos actores. 

Gracias a todo el material recogido, la Red de Observación indica que se puede distinguir a los presuntos empleados de AMA Desokupa de los agentes de policía a través del uniforme. En el caso de AMA Desokupa, estos llevan una chaqueta negra con el logo de la empresa tanto en la parte trasera como en el brazo derecho. El logo destaca por los colores corporativos (rojo y blanco). Por lo contrario, los agentes de policía visten con el uniforme habitual para la gestión del orden público. 

Asimismo, las observadoras han documentado la actuación desproporcionada e innecesaria durante las cargas policiales contra las personas que se encontraban protestando en la puerta del edificio. Dicha actuación policial contraviene los principios del uso de la fuerza. Como resultado de esta, se han registrado al menos 4 personas heridas, de las cuales al menos 2 han requerido asistencia médica, y una persona fue detenida durante más de 24 horas en el calabozo por resistencia a la autoridad. 

Además, la Red constata malas prácticas policiales en el uso de los bastones policiales, al documentar golpes de arriba a abajo que impactan en zonas vitales del cuerpo (cabeza, brazos y torso), contraviniendo el protocolo policial que regula este arma. En uno de los casos, la Red de Observadoras ha registrado que el golpe con el bastón policial rompió la nariz de una de las manifestantes, por lo que fue trasladada de inmediato a un centro médico donde requirió de una intervención quirúrgica. Por otro lado, la Red señala la dificultad a la hora de exigir responsabilidades debido a la falta de identificación de la mayoría de los agentes de la Policía Nacional que no llevaban visible el Número de Operativo Policial (NOP) en la parte trasera del chaleco. Esto incumple la Resolución de la Dirección General de la Policía, de 19 de abril de 2013, en la que se obliga a los agentes con funciones de orden público de la Policía Nacional a llevarlo en la espalda. Si bien los agentes incumplen la normativa vigente, la Red de Observadoras la considera insuficiente y exige la identificación 360º. 

Las vulneraciones constatadas no sólo se produjeron durante el intento de desalojo sino antes, a través de elementos tensionadores por parte de AMA Desokupa tales como insultos, amenazas, saludos romanos y cánticos de índole fascista como el himno “Cara al sol”. Tras la detención, testigos relatan a la Red de Observación, que una persona fue agredida, arrinconada y retenida en un portal a puerta cerrada, evitando así ser grabada.  

Por último, las observadoras notifican la identificación arbitraria por parte de la Policía Nacional de seis personas que se encontraban a las puertas de los juzgados a la espera de la puesta en libertad de la persona detenida, un día después de los hechos. Además, las personas asistentes fueron grabadas y dos de estas propuestas para sanción.